Este hecho
histórico tuvo acontecimiento en el año 1896. En los albores del siglo XX los
primeros automóviles empezaban a circular por ciudades con caminos empedrados y
rodeados por un tráfico compuesto principalmente por personas a pie y carros de
caballos.
Las autoridades
inglesas cuentan con el honor de haber impuesto la primera multa por exceso de
velocidad. Fue en la ciudad de East Peckham (Kent, Reino Unido) donde se
registró la primera sanción por ir demasiado rápido en un automóvil.
El infractor fue
Walter Arnold, que recorría la zona a 13 km/h en su Karl Benz. No es que fuera
una velocidad de vértigo, pero, en ese momento, el límite máximo permitido en
zonas urbanas era de 3,2 km/h.
Walter Arnold
hubiera seguido tan tranquilo su camino de no ser porque dio la casualidad de
que pasó a esa tremenda velocidad por delante de la casa de un policía, que,
alertado por el peligro que suponía la conducción temeraria de Arnold, decidió
salir en su persecución.
El policía se
lanzó a la captura del infractor a los mandos de una bicicleta y tuvo que
perseguir a Arnold durante unos cuantos kilómetros hasta que finalmente
consiguió darle alcance. En ese momento, le impuso una multa de un chelín,
convirtiendo ese momento en un hito en la historia de la automoción.
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